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martes, 9 de marzo de 2010

HACEMOS DAÑO, MUCHAS VECES, SIN QUERERLO.

Cuando queremos conseguir algo de la vida, muchas veces tenemos que sacrificar algo (a veces incluso mucho) para poder conseguirlo. No siempre somos conscientes de que podemos hacer daño a gente de nuestro alrededor, por obtener lo que deseamos. Los sueños dicen que muchos no, pero yo personalmente creo que si, tienen su precio. El simple hecho de mentir, ocultar...para hacer lo que queremos, y poder así obtener algo que ansiamos, no tiene precio si herimos a alguien que lo ha dado todo por nosotros, que nos apoya, que nos quiere y que nos anima a ello, sin importarle otra cosa que no sea nuestra felicidad, pero no todos somos capaces de apreciar esos gestos que por pequeños que sean dicen tanto...
Por eso muchas veces pienso en la suerte que tienen algunos de tener a su lado a alguien que luche con ellos, que le anime a lograr lo que desea, y que los apoya, y no saben valorar esos gestos,y muchas veces sin quererlo hacen daño a esa persona que esta a su lado. Por ese motivo nunca es tarde para empezar a valorar las cosas cercanas, por que tal vez un día, te levantas y te das cuenta de que no las tienes, y es en ese momento cuando pensamos en el daño que hicimos sin quererlo, pero que no fuimos capaces de ver a tiempo.

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